domingo, 13 de diciembre de 2015

Desde aquel cumpleaños...

Desde aquel cumpleaños, descubrí que te amaba secretamente.

Cuando te vi, solo pensaba en qué decirte. Te tenía al lado, le pedí a la anfitriona de esa fiesta estar a su lado y al tuyo, porque quería conocerte lo antes posible. Mis palabras se cortaron al contemplar tanta belleza sin límites. Desprendías un olor corporal espectacular, se me quitó el hambre de golpe, quise ofrecerte algo de mi plato, pero me parecía una fealdad tremenda y opté por no decir nada y dejar el plato a medias.

La noche continuó en un bar, nos sentamos separadamente; mis sentimientos todavía eran muy prematuros para acercarme más a ti. Apenas te conocía, era la primera noche que te veía de verdad.

Después, por voluntad mía, empezamos a hablar virtualmente, cada vez me gustabas más, no podía dejar de pensar en ti a cada minuto del día, era extremadamente imposible no dejar mi mente en blanco sin que tú aparecieras. Y un día te medio confesé que estaba confundida de sentimientos, pero en realidad estaba muy enamorada de manera no correspondida, como suele pasar. Nunca podría confesarte la verdad, ya que nuestra amistad se acabaría y eso no quiero que pase jamás en nuestras vidas, por mucho que tú intuyas mis sentimientos, yo jamás podré decírtelos. Además, poco a poco ya no siento lo que sentía, pero hay cosas que jamás desaparecen del corazón: querer tenerte en mi entorno social toda la vida, protegerte de lo malo y escucharte siempre que me necesites; no hay nada más bonito en este mundo que amar sin ser correspondido, porque el amor aún es más fuerte, duradero y verdadero aunque sea inalcanzable.

Nos ha cambiado mucho la vida desde que nos conocimos, pero a mí muchísimo más; ya que desde que apareciste has sido mi motivo para vivir: mis alegrías, mis penas, mis sollozos, mis risas, mi todo... Y yo sé que no soy lo que tú eres para mí, pero me conformo lo suficiente para ser todo lo feliz que pueda.

Siempre querré estar a tu lado aunque no nos veamos en meses, porque te amo más allá de lo que te puedas imaginar; vayas a donde vayas, mi corazón siempre estará contigo para cuidarte.